Capacidades, habilidades y competencias: ¿en qué se diferencian?

En el mundo laboral, a menudo se habla de competencias, capacidades y habilidades de los aspirantes a un empleo. Aunque estos términos parecen similares, tienen significados diferentes. Las habilidades son las destrezas que se adquieren a través de la práctica y el aprendizaje, mientras que las competencias están relacionadas con los conocimientos y la experiencia específica requeridos para un determinado trabajo.

¿Qué son las habilidades y competencias laborales?

Son las herramientas necesarias para un empleado se pueda desenvolver en un puesto de trabajo de manera eficiente. Las habilidades laborales se refieren a las capacidades técnicas que el colaborador puede mostrar y adquirir en un entorno de trabajo, mientras que las competencias laborales tratan sobre el conjunto de conocimientos, habilidades y aptitudes que una persona adquiere a lo largo de su formación profesional y que le permiten enfrentar y resolver distintas situaciones en su trabajo.

Las dos son muy importantes en la búsqueda de empleo y en la elaboración de un buen currículum. Una buena CV debe mostrar no solo la formación académica sino también las habilidades y los conocimientos técnicos que tiene el candidato. De esta manera, las empresas pueden evaluar no solo la competencia académica sino también cómo el aspirante se puede desenvolver en el puesto.

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Definiciones: habilidades y competencias VS capacidades

Es importante tener claro que las 3 son términos interconectados pero diferentes entre sí. Las habilidades son las capacidades innatas o adquiridas que posee cada trabajador, mientras que las competencias son el conjunto de habilidades, conocimientos y actitudes que se necesitan para ejercer un trabajo con éxito.

Cada empleado tiene habilidades únicas, pero no todas las habilidades son competencias necesarias para un puesto de trabajo. Por lo tanto, es importante potenciar las competencias necesarias para cada posición.

Habilidades

Las habilidades van un paso más allá. Nuevamente se entienden como la serie de skills que tiene una persona para desarrollar determinada actividad, pero direccionadas a alcanzar un resultado en el proceso. Estas pueden ser de carácter personal, profesional o, incluso, físico.

Estas son el ejercicio de nuestras propias capacidades. Se puede decir, entonces, que las habilidades no solo son los conocimientos primarios sino la capacidad de ponerlas en funcionamiento para alcanzar ciertos objetivos.

Competencias

Son esos rasgos individuales que hacen al individuo único e idóneo para llevar a cabo cualquier actividad que le sea asignada, y tener éxito en el proceso.

Por esa razón, no es suficiente tener las capacidades, sino que se requiere de las competencias para determinar si una persona tiene los conocimientos y habilidades necesarias para llevar a término cualquier tarea en su posición laboral y, sin embargo, se necesitan de las capacidades para adquirir las competencias.

En este punto es importante distinguir que si bien desde las capacidades parte el desarrollo de las competencias, no todas las personas poseen las mismas aptitudes para todas las actividades, de ahí que algunos se dediquen a las ciencias sociales y otros a las ciencias exactas. Entender esto es importante para direccionar las actividades de manera correcta.

Capacidades

Se puede definir a las capacidades como el conjunto de aptitudes que tiene una persona para realizar cierta actividad. Como su nombre lo indica, se trata de una serie de cualidades que le permiten a una persona desenvolverse en determinado oficio o tarea. Es, en otras palabras, el potencial que tiene una persona para ejercer una actividad gracias a su conocimiento.

Algunas de las capacidades más conocidas en el mercado laboral y que, sin duda alguna, son las más apetecidas dentro del mismo son:

1. Trabajo en equipo
2. Liderazgo
3. Comunicación asertiva
4. Resolución de conflictos
5. Gestión de emociones

Sin embargo, hay que tener en cuenta que contar con determinadas capacidades no garantiza obtener determinado puesto o alcanzar los resultados esperados, pues no solo basta con tener los conocimientos sino con saber aplicarlos. En pocas palabras, se precisa de algo más que solo capacidades para ser la persona indicada en determinadas situaciones.

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Diferencia entre habilidades y competencias

Para entender la diferencia entre habilidad y competencia es necesario tener claro que las habilidades o “skills” es la pericia o expertise que una persona tiene y que le permiten realizar ciertas tareas de manera efectiva y eficiente, y las competencias se refieren a la capacidad no solo de realizar una tarea específica, sino también de desarrollar un conjunto más amplio de habilidades en diferentes áreas.

Tipos de competencias

Existen varias competencias profesionales como las específicas, que están relacionadas con habilidades técnicas y conocimientos específicos para un trabajo o industria en particular, mientras que las transversales se enfocan en las habilidades transferibles que se pueden aplicar a diferentes trabajos y situaciones. Es decir que mientras las habilidades se limitan a tareas específicas, las competencias abarcan un conjunto más amplio de habilidades, y pueden ser específicas o transversales. Es común tener dudas sobre la diferencia entre ambos términos, pero es importante entender la importancia y el papel de cada uno en el mundo laboral.

Básicas

Son aquellas skills que adquiere cualquier individuo para poder interactuar con los demás y con su entorno tales como la empatía, la tolerancia y el respeto permitirán que cualquier persona se adapte sin ningún problema a todo tipo de contexto y entorno social.

Generales

Aunque las competencias generales tienen una fuerte conexión con las competencias básicas, están más relacionadas con las habilidades que permiten a una persona sobresalir en entornos laborales y profesionales. Estas habilidades están basadas en características esenciales como la productividad, la creatividad, la responsabilidad y todas aquellas capacidades cruciales en equipos de trabajo.

Específicas

A diferencia de las competencias generales, las específicas son aquellas que son indispensables en áreas profesionales mucho más especializadas, y que garantizan un trabajo mucho más direccionado al cumplimiento de objetivos. En este punto ya hablamos de competencias relacionadas con el conocimiento previo, las habilidades comunicativas y de liderazgo, entre otras.

Por qué distinguir entre competencias y habilidades

Es importante distinguir entre las dos debido a la relevancia que tiene la empleabilidad en el mercado laboral actual. Tener cierto conjunto de habilidades puede ser necesario para desarrollar una competencia laboral, pero no necesariamente garantiza el éxito en un empleo.

El empleador puede requerir una competencia específica que no necesariamente está relacionada con las habilidades del empleado. Asimismo, los departamentos de recursos humanos encargados de fijar planes de crecimiento y desarrollo profesional deben tener claro que las habilidades pueden ser entrenadas y adquiridas, mientras que las competencias son más difíciles de adquirir y requieren de una combinación de habilidades, actitudes y conocimientos.

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¿Qué utilidad tienen las competencias en las empresas?

Los departamentos de Recursos Humanos y, en general, las organizaciones, deben aprender a diferenciar estos tres conceptos para saber cuál es la verdadera apuesta corporativa y finalmente alcanzar los objetivos propuestos. A la hora de contratar personal o publicar una oferta de empleo es importante tener en cuenta su capacidad de adaptación y avance profesional,  esto es algo que solo puede darse cuando se combinan estos tres elementos.

El equilibrio es la clave y animar a los empleados a prepararse mediante programas de upskilling y reskilling debe ser el día a día de las empresas. El futuro de la organización no depende solo de la preparación de sus empleados sino de los programas de capacitación que tiene una empresa. El upskilling se refiere a brindar habilidades y conocimientos adicionales a los empleados para que puedan desempeñarse de manera más efectiva y eficiente en su trabajo actual. Esto no solo beneficia a la empresa, sino que también proporciona a los empleados mayores oportunidades de crecimiento profesional y personal.

Por otro lado, el reskilling implica capacitar a los empleados en nuevas habilidades y conocimientos para que puedan realizar trabajos diferentes dentro de la organización o en roles completamente nuevos en caso de que surja la necesidad. Esto es especialmente importante en un mundo cada vez más tecnológico y cambiante, donde algunas habilidades pueden quedarse obsoletas.

Finalmente, el desarrollo profesional se refiere a la adquisición de conocimientos, habilidades y experiencias de trabajo a lo largo del tiempo para desarrollar una carrera exitosa. Esto no solo se relaciona con la formación técnica, sino también con habilidades sociales como la toma de decisiones y la gestión de equipos.

En resumen, las empresas deben buscar un equilibrio entre upskilling, reskilling y la evolución profesional para asegurar que sus empleados estén preparados para enfrentar el futuro y las nuevas oportunidades que puedan surgir. Además, estas iniciativas no solo benefician a los empleados, sino que también contribuyen al crecimiento y éxito de la organización en su conjunto.

Cómo identificar las habilidades y competencias

Identificar las habilidades y competencias de cada empleado es esencial para planificar cómo elevar su potencial. Las habilidades y competencias son diferentes pero igualmente importantes para el performance laboral de una persona.

Las habilidades laborales hacen referencia a la habilidad de aplicar conocimientos, actitudes y destrezas técnicas y prácticas en situaciones laborales complejas, mientras que las habilidades profesionales se refieren a las destrezas necesarias para llevar a cabo una tarea específica.

Para identificar estas habilidades y competencias, es importante valorar el rendimiento del empleado en su trabajo, pero también hacer preguntas específicas para entender sus fortalezas y puntos débiles. Una forma de hacerlo es mediante evaluaciones de desempeño, entrevistas o pruebas de habilidades. A partir de esto, se pueden planificar actividades de capacitación y desarrollo para mejorar su rendimiento en el trabajo y maximizar su potencial.

Ejemplo práctico de la diferencia entre habilidades, competencias y capacidades

Para entender la diferencia entre habilidades, competencias y capacidades, podemos hablar de un ejemplo práctico en el ámbito de los recursos humanos. Supongamos que una empresa busca contratar a un nuevo empleado para un puesto de programación. En este caso, la habilidad requerida sería el conocimiento y experiencia en programación.

Por otro lado, la capacidad sería la capacidad de resolución de problemas y la creatividad. Finalmente, la competencia sería la capacidad de trabajar en equipo y la capacidad de comunicación efectiva. Es importante tener en cuenta que estas habilidades y competencias son importantes en distintos niveles de la organización, y también pueden variar según el tipo de trabajo.

En lo que respecta a la habilidad, es posible mencionar la capacidad de programar con velocidad y exactitud. En términos generales, es fundamental considerar que, a pesar de que estas tres palabras están relacionadas, se refieren a distintos aspectos de un individuo en su rendimiento laboral.

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