La deserción universitaria es un fenómeno complejo que afecta a estudiantes e instituciones educativas, capaz de dejar consecuencias tanto a nivel social como económico.
Al ser una problemática que ha cobrado relevancia en los últimos años, es importante acercarnos a ella para entender mejor su impacto en el futuro profesional de los jóvenes.
¿Qué es la deserción universitaria?
La deserción universitaria se refiere al abandono definitivo de los estudios por parte de un estudiante antes de culminar su carrera y obtener un título universitario. Este fenómeno puede ocurrir en cualquier etapa del proceso académico y, en muchos casos, este va más allá de la simple decisión del desertor de no continuar con su carrera, pues suele estar relacionado con la falta de condiciones óptimas para que el estudiante avance en la misma.
Según una investigación realizada en la Universidad Nacional de Colombia, para finales del año 2021 la deserción universitaria en Iberoamérica alcanzaba el 33%, siendo Puerto Rico el país con mayor deserción con un 60%, seguido de Bolivia con un 48% y Colombia con un 42%.
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Estas estadísticas de deserción tienden a hacerse más altas con el paso del tiempo si no se dispone de estrategias y herramientas que ayuden a atacar esta problemática de raíz. La deserción universitaria es un problema real y por ello es importante hablar del tema para evitar que más estudiantes pierdan la oportunidad de desarrollarse profesional y personalmente.
Asimismo, para las universidades representa una pérdida de recursos y afecta la eficiencia del sistema educativo. A nivel social, la deserción impacta la calidad de la fuerza laboral y la capacidad de las naciones de mantenerse competitivas en un entorno global. Por ello, entender las causas y buscar soluciones a este problema es fundamental.
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¿Por qué desertan los estudiantes de educación superior? Conoce las principales causas
Factores socio-económicos
Uno de los principales motivos de deserción universitaria es la falta de oportunidades y de recursos económicos. La matrícula a la carrera universitaria, los materiales de estudio, y los gastos de manutención pueden resultar en gastos elevados para muchas familias, sin contar con que no todos los estudiantes logran acceder a becas o apoyos económicos.
Problemas académicos
La adaptación a la vida universitaria puede ser difícil para muchos estudiantes. El bajo rendimiento académico, la sobrecarga de tareas o exámenes, y la dificultad para seguir el ritmo de las clases pueden generar frustración y ansiedad, provocando la decisión de abandonar los estudios.
Pérdida de la motivación
La motivación es el motor que nos impulsa día a día, pero muchas veces los estudiantes pierden rápidamente el interés en su carrera, lo que puede aumentar la deserción. Esto puede estar relacionado con una mala elección vocacional, una disminución en la calidad de la educación, o con la falta de conexión entre los contenidos académicos y sus intereses personales o profesionales.
Problemas personales
Circunstancias personales como las enfermedades, la muerte de un familiar, o la necesidad de trabajar para apoyar a la familia, también influyen en la decisión de abandonar la universidad. En muchos casos, los estudiantes se ven obligados a priorizar estas situaciones sobre su educación.
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¿Cuáles son las consecuencias de la deserción?
Sin lugar a dudas, la deserción universitaria deja consecuencias severas en los estudiantes. En muchos casos, el desertar significa perder la oportunidad de ingresar a mejores empleos y, con estos, la opción de tener mayores ingresos en el futuro.
La falta de un título o estudios universitarios puede limitar sus opciones laborales, perpetuar la precariedad económica y reducir las posibilidades de movilidad social. Además, la deserción suele dejar en el estudiante una sensación de fracaso, lo que puede afectar su autoestima y su bienestar emocional.
En el caso de las instituciones educativas, la deserción representa la pérdida de ingresos por falta de matricular a los estudiantes, lo que, a su vez, puede generar una importante reducción de calidad educativa debido a la falta de recursos.
Por otro lado, en los ámbitos social y económico la deserción universitaria resulta en una menor cantidad de profesionales cualificados, lo que afecta la productividad y competitividad de una nación, y limita la capacidad de innovación de las empresas, afectando así el crecimiento económico y la competitividad global.
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¿Qué pueden hacer las universidades para prevenir la deserción de estudiantes? 4 estrategias a tener en cuenta
Abordar la deserción en la formación universitaria es una prioridad que las instituciones deben atender para garantizar que un mayor número de estudiantes se vincule de manera exitosa en el mercado laboral. Por esa razón, te contaré 4 estrategias importantes que toda institución deberá tener en cuenta.
Apoyo académico
Implementar programas de tutoría y apoyo académico desde el momento de la admisión del estudiante es una de las estrategias más efectivas para motivar a los alumnos y reducir la deserción. Estos programas permiten que los estudiantes que tengan dificultades académicas en los diferentes programas universitarios, reciban la ayuda necesaria para mejorar su rendimiento y continuar sus estudios a lo largo de su trayectoria académica.
Orientación y consejería
Las instituciones deben ofrecer servicios de orientación vocacional y psicológica para ayudar a los estudiantes a lidiar con los desafíos personales que puedan estar afectando su desempeño académico. Esta orientación va desde la elección de carrera profesional, hasta brindar un apoyo psicológico que les permita resolver sus problemas personales desde el primer semestre.
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Programas de becas y financiamiento pedagógico
Ampliar las opciones de becas y la gestión financiera estudiantil es crucial para aliviar la presión económica de los alumnos. Las universidades, en colaboración con gobiernos y empresas privadas, pueden crear programas de apoyo financiero para que los estudiantes que ingresan y no cuentan con los recursos necesarios, tengan la oportunidad de alcanzar una formación profesional.
Fomento de la motivación y el compromiso
Para aumentar la motivación de los estudiantes, las universidades deben brindar programas académicos más relevantes que ayuden a mejorar la calidad académica, y que estén conectados con el mundo laboral. Establecer vínculos con empresas, implementar servicios tecnológicos para fortalecer la enseñanza, promover actividades extracurriculares, fomentar la participación en proyectos reales por semestre y ofrecer oportunidades laborales o prácticas profesionales, son formas efectivas de mantener el interés y el compromiso de los estudiantes.
Aprendizaje personalizado e innovador
Muchas veces, los estudiantes pierden interés en su aprendizaje, porque no sienten que este vaya en línea con sus intereses y necesidades. Poder ofrecer un aprendizaje personalizado, que se nutra de experiencias cada vez más innovadoras y modernas, garantizará que los estudiantes no pierdan de vista el propósito de su vocación y formación, y reducirá la tasa de deserción estudiantil en los diferentes campus.
No hay que olvidar que las fortalezas y debilidades que posee cada estudiante son únicas, y depende de las instituciones y los centros educativos hacer una medición responsable de dichas competencias para involucrarse de manera certera en el proceso académico de cada uno de los alumnos.
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