Hoy en día, las competencias laborales se han convertido en la carta de presentación a la hora de postularse a un empleo.

Este tipo de destrezas marcan la diferencia en los procesos de selección de personal, y en este artículo  te contamos de qué se tratan y cuáles son las más importantes en el mercado actual.

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Cada día, los seres humanos buscamos una forma de adaptación al entorno que considere al otro como parte importante de su proceso social, y esta dinámica no excluye a las organizaciones.

Por el contrario, con los desafíos que atraviesa el mundo en este momento, se ha vuelto imperativo reconocer en las personas la disposición de aprender, de interactuar y de comprometerse con las empresas en las que trabajan.

Con frecuencia, las organizaciones buscan perfiles profesionales integrales, que puedan adaptarse a las nuevas dinámicas sociales y laborales que exige el mundo actual.

Para tal propósito, los departamentos de recursos humanos buscan perfiles profesionales que cuenten no solo con las aptitudes necesarias para cumplir con los proyectos dispuestos por el empleador, sino que pongan sus aptitudes a dialogar con sus actitudes.

Estas últimas son el conjunto de características personales que hacen del individuo una persona dispuesta a comportarse y a obrar de manera adecuada en determinados contextos, y serán el fundamento de sus competencias laborales.

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¿Qué son las competencias laborales?

En cualquier proceso de selección de personal, uno de los aspectos que se evalúa con más rigor es el de las competencias laborales. Pero ¿a qué nos referimos cuando hablamos de competencias laborales? Estas son las habilidades que posee una persona para cumplir con sus tareas de manera ágil, completa y eficaz.

A la hora de reclutar posibles candidatos, una empresa contempla una serie de requerimientos competitivos, personales y sociales en los perfiles de los aspirantes, para considerar que alguien está capacitado para determinado puesto.

Tipos de competencias laborales

Hoy por hoy, encontramos tres tipos de competencias laborales: ¿a qué nos referimos cuando hablamos de competencias laborales?. Avanzar en ellas es subir un peldaño para alcanzar un perfil más integral y direccionado a los lineamientos del mercado laboral.

1. Competencias laborales básicas

Como su nombre lo dice, las competencias laborales básicas son las habilidades esenciales que tiene una persona. Este tipo de competencias suelen ser universales, y abarcan una serie de conocimientos que son adquiridos por una persona desde muy temprana edad y que se afianzan con la educación formal.

Algunos ejemplos son la lectura, la escritura, las matemáticas, la gramática, entre otros. De estas, se derivan dos subgrupos.

  • Competencias personales:

En este subgrupo entran las aptitudes que se aprenden con la educación formal, como lo son las operaciones básicas de la matemática, la lectura, la escritura, entre otros.

  • Competencias sociales:

A este grupo pertenecen aquellas destrezas que se relacionan con la conducta básica y la interacción con el otro, como lo son los modales, la comunicación y la sana convivencia.

Las competencias laborales básicas son fundamentales para el desarrollo de cualquier conocimiento posterior. Estas habilidades pueden ser desarrolladas por cualquier persona, y con ellas aumenta la posibilidad de adquirir otro tipo de competencias que serán fundamentales para el progreso personal y corporativo.

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2. Competencias laborales genéricas

Las competencias laborales genéricas o transversales, son competencias profesionales que abarcan los aspectos generales del mundo corporativo. Estas competencias están estrechamente relacionadas con el pensamiento creativo y la inteligencia emocional, y van a ser útiles en cualquier disciplina o campo laboral.

Una persona que posea competencias laborales genéricas se caracteriza por tener una personalidad proactiva y creativa. Otras cualidades serían la adaptabilidad, la comunicación, el trabajo en equipo, la solución de conflictos, el gusto por el aprendizaje, la planificación y gestión, la orientación a resultados.

En este punto es importante aclarar que, a diferencia de las competencias laborales básicas, las genéricas no son destrezas que tengan todas las personas. Pero no hay que preocuparse por eso, pues son competencias que pueden ser aprendidas como si se tratara de cualquier conocimiento.

Al ser este tipo de competencias una suerte de requerimiento enfocado en las empresas, es fundamental que las personas encargadas de recursos humanos entiendan cuál es la atmósfera corporativa de su empresa y, así, buscar un perfil que tenga competencias genéricas que se adapten a ese entorno en particular.

Por ejemplo, si hablamos de una empresa que se enfoca en la creatividad, el candidato deberá ser una persona creativa.

3. Competencias laborales específicas

Como su nombre lo indica, estas habilidades van hacia lo específico. Mientras que en las competencias laborales genéricas hablábamos de destrezas que se enfocan más en el ambiente corporativo, estas competencias se relacionan con el conocimiento y el oficio en concreto.

Sin embargo, este tipo de habilidades van de la mano con las competencias genéricas. En ese orden de ideas, si, por ejemplo, una persona posee habilidades para la solución de problemas, podrá desempeñar un cargo como líder.

¿Cuáles son las competencias laborales más demandadas en el mercado?

Luego de hacer un recorrido por los principales conceptos y los tipos de competencias laborales, la pregunta es: ¿cuáles son las habilidades que más buscan los reclutadores de personal?

Muchas de estas competencias tienen que ver con la motivación que un empleado tenga para conseguir resultados a corto, mediano y largo plazo. Por esta razón, haremos un recorrido por 8 destrezas que hacen que el perfil de un candidato sea más atractivo en el mercado.

1. Capacidad de aprendizaje

Una de las actitudes más importantes a la hora de asumir un nuevo empleo, es tener interés por aprender. Ya sea porque la persona que asume el puesto es nueva en lo que hace o porque quiere afianzar los conocimientos previos, para un reclutador es fundamental la motivación que alguien demuestra por aprender.

Esto no solo ayudará al empleado a crecer profesionalmente, sino que será clave para el crecimiento de la compañía. Las empresas también pueden convertir este aspecto en una herramienta para incentivar a sus empleados, por medio de políticas de crecimiento y planes de carrera.

2. Responsabilidad

Esta característica no solo es importante dentro del ámbito laboral, sino fuera de él, y, por esta razón, se ha convertido en uno de los aspectos más atractivos a la hora de evaluar el perfil de un candidato.

Tener responsabilidad no solo se relaciona con los aspectos generales en torno a las políticas laborales, como lo son la puntualidad, el cumplimiento de objetivos en tiempos razonables, el buen comportamiento, entre otros.

También se relaciona con la obligación que adquiere el trabajador en función de una empresa en particular, y, de esta forma, garantizar el buen manejo de información corporativa, la confidencialidad, el crear una buena imagen, el compromiso con su propio puesto de trabajo y con los de los demás, etc.

3. Comunicación

La comunicación hace la diferencia en el momento de seleccionar un candidato. La capacidad de hablar en público y de expresar ideas de forma oral y escrita, permite una interacción más asertiva y, por ende, facilita el trabajo en equipo.

Es importante que quien es bueno para comunicar, también sepa escuchar a los demás para crear relaciones horizontales.

Esta es una destreza que acompaña cargos de liderazgo como lo son los gerenciales, los directivos y los administrativos. Las herramientas comunicacionales permitirán una mejor relación entre todas las partes, para procurar desarrollar estrategias y planes más eficaces que beneficien a la empresa a largo plazo.

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4. Trabajo en equipo

El trabajo en equipo se relaciona de forma directa con lo anterior, pues no se puede trabajar en equipo si no hay buena comunicación. Un buen ambiente laboral depende de que los empleados sepan interactuar entre sí, y, por lo tanto, que puedan trabajar en conjunto.

Un buen trabajo en equipo implica que cada empleado pueda aportar lo mejor de sí y que, a su vez, sepa reconocer la importancia del trabajo que realizan sus compañeros. Esto propiciará un ambiente de respeto y de empatía, que se nutrirá de prácticas comunicativas como el diálogo y las conversaciones constructivas.

5. Flexibilidad y adaptación al cambio

Una característica que resulta muy atractiva para los reclutadores es el riesgo que asume alguien al salir de su zona de confort. Hoy en día, las organizaciones están en constante cambio, y es por esa razón que buscan perfiles que sepan acoplarse a esas transformaciones.

El cambio implica evolución, lo cual es beneficioso para el aprendizaje del trabajador y para el futuro de la organización.

6. Iniciativa

Un empleado apasionado y motivado sentirá un gran compromiso y sentido de pertenencia por su empresa. Es por esto que la motivación es una característica que va de la mano con la iniciativa, porque propenderá por la creatividad y la innovación para hacer que su empresa crezca.

Esta es una destreza que, tanto empleado como empleador, deben fomentar, por medio de canales de comunicación efectivos y buen ambiente laboral. A largo plazo, la energía puesta en estas iniciativas incrementará la productividad, y con ella la evolución de la empresa.

7. Toma de decisiones

Un candidato, especialmente si se encuentra aspirando a un cargo con cierta responsabilidad, debe saber tomar decisiones de forma ágil y efectiva. Esto implica que el empleado sepa prever las consecuencias de las determinaciones que tome con cierta independencia.

Tal autonomía le permitirá adelantarse a los acontecimientos sin necesidad de esperar una respuesta de su jefe inmediato. De esta manera, el empleado sabrá qué decisión tomar y en qué momento tomarla, para no retrasar su propio trabajo ni el trabajo de sus compañeros.

8. Creatividad e innovación

Esta es una destreza que va de la mano con la flexibilidad y la adaptación al cambio. Un profesional que tenga ideas innovadoras, propenderá porque su organización esté a la vanguardia.

Una persona creativa, será capaz de proponer estrategias que intervengan en los procesos corporativos, y también hará un control de los proyectos de innovación que ponga en marcha, y así poder medir con más detalle los resultados obtenidos.

¿Qué cambió se ha visto en la demanda de competencias laborales como efecto de la pandemia?

Según elDiario El Economista se identificaron los siguientes cambios:

Habilidades laborales más demandadas pre-pandemia

  • Trabajo bajo presión (22%)
  • Trabajo en equipo (22%)
  • Orientación al cliente (21%)
  • Orientación al logro (18%)
  • Integridad (17%)

Y cómo consecuencia de la pandemia, las competencias más relevantes han sido

  • Orientación al cliente (31%)
  • Orientación al logro (21%)
  • Comunicación efectiva (17%)
  • Trabajo en equipo (16%)
  • Integridad (15%)

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    Andrés Felipe Albornoz