En otras palabras, el desarrollo profesional se refiere a la serie de etapas en la que el colaborador siente satisfacción profesional dentro de una organización, lo que se relaciona directamente con las tareas que desempeña y el estímulo profesional y personal que recibe por ellas. Para ponerlo en palabras más simples, el desarrollo profesional es la vida laboral de cualquier persona, en la que comienza trabajando para alguien o alguna organización, luego alguien más está bajo su responsabilidad, hasta que finalmente la persona puede decidir emprender en algún proyecto por su propia cuenta. A continuación, entraremos a detallar mejor cada una de las etapas que componen el desarrollo profesional.
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Etapas del desarrollo profesional
El desarrollo profesional no es algo que se consolida de la noche a la mañana. Por el contrario, este se lleva a cabo durante muchos años y atiende a la necesidad de lograr las metas personales y laborales a lo largo de nuestra vida como profesionales. Es por eso que aquí te contamos cuáles son las 5 etapas que componen el desarrollo profesional.
Etapa 1: Crecimiento
Esta etapa está compuesta por los primeros años dentro del mundo laboral. Estamos hablando de los primeros trabajos de la persona en cuestión, en la que esta empieza a explorar diferentes intereses personales y profesionales.
Además de lo anterior, se puede decir que esta es una etapa que permite identificar la vocación que lo motiva a cumplir sus objetivos profesionales. Esto le permitirá seguir educándose en aquellos aspectos que le interesan, adquiriendo así las destrezas necesarias para su futuro profesional.
Etapa 2: Exportación
Conforme a lo mencionado antes, esta se puede decir que es la etapa de formación. Al haber identificado aquellos campos de mayor interés, la persona sigue acumulando conocimientos a través de postgrados, especializaciones, diplomados, entre otros.
Esta es una etapa que le permitirá al profesional adquirir no solo conocimientos en determinadas ramas, sino a obtener mayor experiencia laboral en su propia área de desempeño.
Etapa 3: Establecimiento
Después de un proceso de formación continuo, el profesional entra a la etapa de establecimiento, en la que ya se encuentra más capacitado dentro de su campo laboral y empieza a ser un referente para sus compañeros de trabajo.
En este punto, el profesional empieza a tener interés en otras empresas, en las que pueda tener oportunidades laborales más acordes con lo que está buscando y en las que pueda crecer como profesional.
Etapa 4: Consolidación
Como su nombre lo indica, durante esta etapa el profesional ya se siente con más poder dentro de su campo laboral y dentro de la organización. Estamos hablando de una persona que ya tiene equipos de trabajo a su cargo y empieza a tener un rol más importante dentro de la empresa.
Aquí el profesional no solo se consolida como líder de su área, sino que empieza a influir de manera directa en aspectos más operativos y administrativos dentro de la organización, pues se le considera un referente importante.
Etapa 5: Declive
Que el nombre no te confunda. Si bien esta es la etapa final de cualquier profesional, en la que su ciclo productivo terminó, es, a su vez, una meta que se cumple. Aquí, el profesional ya ha adquirido la experiencia y el conocimiento necesarios para cualquier labor que desempeñe de ahora en adelante.
Este sería un buen momento para pensar en qué va a invertir el tiempo con el que cuenta y de qué forma va a compartir el conocimiento adquirido durante tantos años de trabajo.
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La importancia del desarrollo profesional
Lo primero que debes saber es que el desarrollo profesional es un proceso que toma su tiempo y no se resuelve de la noche a la mañana. Esto sucede porque el objetivo principal de cualquier proceso de desarrollo profesional es promover un ambiente de trabajo adecuado que permita una adaptación natural al puesto de trabajo. Esto sucede en largos periodos de tiempo, pero la recompensa al final es enorme. Ten en cuenta que un colaborador que se sienta parte de su trabajo y su entorno, se va a sentir más motivado y va a sacar todo su potencial y talento para desarrollar mejor sus tareas. Esto, sin lugar a dudas, va a impactar positivamente a la organización.Por esa razón, a continuación te contaremos 8 ventajas de promover el desarrollo profesional dentro de tu organización.
1. Mejora las habilidades y destrezas
Lo principal durante un proceso de desarrollo profesional es la oportunidad que este brinda a los colaboradores para que mejoren, continuamente, sus habilidades y competencias en determinadas áreas. El aumento del conocimiento es inminente y eso se verá reflejado en todas las actividades laborales que desempeñen.
2. Posibilita el crecimiento laboral
El desarrollo de las habilidades viene de la mano con un crecimiento personal y profesional de los colaboradores. Y esto, sin lugar a dudas, contribuye a la promoción de los empleados dentro de la organización.
3. Aumenta la productividad y el desempeño laboral
El hecho de que los colaboradores encuentren en su organización la oportunidad de crecer profesionalmente, les brindará un impulso extra para desarrollar sus actividades diarias con mayor motivación. Pensar en metas y objetivos plausibles será la clave para mantener un enfoque constante y una mayor productividad.
4. Mejora la confianza de los colaboradores
¿Cuál es la mayor ventaja de tener colaboradores con mejores habilidades y competencias y, por ende, mayores oportunidades laborales? Que elevarán su confianza al máximo. Un colaborador con mejor preparación se sentirá capaz de tomar mejores decisiones en pro de su propio desempeño y del desarrollo organizacional.
5. Promueve la retención del talento
Todo lo que te hemos contado anteriormente se traduce en algo muy importante: la retención del talento dentro de la organización. Los colaboradores que no solo se sienten parte de su lugar de trabajo, sino que reconocen en el mismo la posibilidad de crecer personal y profesionalmente, van a querer continuar su proceso dentro del mismo lugar que les brindó tales oportunidades.
6. Permite expandir el networking
Los procesos de capacitación también ayudan a ampliar el networking. Los colaboradores podrán encontrar en los procesos personas que cuenten con sus mismos intereses profesionales, y que se van sumando a contactos que pueden tener mayor experiencia en el sector y de los que podrán aprender más adelante.
7. Mejora el dominio de las tendencias
Un profesional capacitado tendrá no solo mayor conocimiento sobre las tendencias actuales en torno a su área, sino que querrá ser parte de esas tendencias. Los cambios acelerados del mercado exigen que los colaboradores estén cada vez más adaptados a estos, y para eso será importante que permanezcan en constante actualización.
8. Contribuye al crecimiento de la organización
La razón por la que una organización piensa en el desarrollo profesional de sus empleados, es porque, por medio de este, garantiza la productividad de su fuerza laboral, lo que a su vez interviene, de manera directa, en el éxito de la organización. Pensar en desarrollar las habilidades y competencias de los colaboradores es planear los objetivos de negocio.
4 ventajas del desarrollo laboral
Hasta este punto, ya está claro que el desarrollo profesional de los colaboradores mejora algunas variables dentro de la organización, tanto en el clima laboral en general, como en las metas de negocio de toda la empresa. Sin embargo, aquí te nombraremos 4 ventajas importantes que se sumarían a las mencionadas anteriormente y que no podemos dejar pasar.
- Actualización constante de los conocimientos y capacidades.
- Contribución individual más certera dentro del equipo de trabajo.
- Mayor comprensión sobre las áreas de competencia de los empleados.
- Mejor calidad de vida para los colaboradores.
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Ahora sí, ¡es hora de crear un plan de desarrollo profesional y personal a la medida de tu organización! La verdad es que las etapas del desarrollo profesional varían mucho, tanto en tiempo de aplicación como en metodología; y esto se debe a que debe responder de manera certera a los requerimientos individuales de cada organización.
Sin embargo, a continuación te presento algunos de los pasos generales que el desarrollo profesional debe tener para ayudar a tu organización a caminar hacia el éxito.
1. Autoevaluación
Antes de dar inicio al desarrollo profesional, es importante auto-evaluar las necesidades de la organización y de los colaboradores. Entender cuáles son sus fortalezas, intereses y áreas de mejora garantizará una mejor inversión de tiempo y recursos. Esto se puede llevar a cabo a través de evaluaciones de desempeño, encuestas de clima laboral o entrevistas.
2. Objetivos
Los objetivos, tanto generales como específicos, deberán ser claros, alcanzables, medibles y alineados con las necesidades del negocio y las expectativas del colaborador.
3. Recursos y aspectos operativos
El éxito de un plan de desarrollo también depende de los recursos disponibles: tiempo, personal, presupuesto, herramientas tecnológicas, entre otros. Además ya que contamos con los objetivos, es necesario definir las estrategias de aprendizaje que vamos a utilizar.
4. Formación continua
Una de las mejores formas de priorizar el plan de desarrollo profesional es proporcionando oportunidades continuas de aprendizaje y formación para mejorar sus habilidades clave. Esto puede ser mediante capacitaciones, eventos, seminarios, conferencias o cualquier tipo de espacio enriquecedor.
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5. Asignación de proyectos y tutorías
Y ya que hablamos de algunas acciones puntuales, también podemos incluir la asignación de proyectos desafiantes y las tutorías. En el caso de los proyectos, estos les permitirá a los colaboradores adquirir experiencia y conocimientos puntuales de gran valor, adicionales a sus áreas de desempeño.
Por otro lado, las tutorías o mentorías les ayudará a los colaboradores a empezar el desarrollo de su vida profesional, sin necesidad de ser muy experimentados. Estas suelen llevarse a cabo con equipos nuevos, y los instructores pueden ser externos o colaboradores con larga trayectoria dentro de la organización.
5. Formación personalizada
Y, como es de esperarse, lo anterior no funciona si no ponemos las necesidades individuales de los colaboradores en primer lugar, pues esto despertará su interés y motivación en el campo laboral. Además, hay que tener en cuenta que es necesario que los colaboradores desarrollen habilidades específicas de acuerdo a su cargo, para garantizar un mejor funcionamiento de la organización.
6. Desarrollo de competencias clave
Pero ¿cuáles son esas competencias que deberán entrar en los planes de desarrollo? Pues bien, en un mundo que cambia de forma constante, las habilidades técnicas y tecnológicas serán cruciales para afrontar los retos del futuro, tales como la inteligencia artificial, el análisis de datos, la programación, computación en la nube, entre otras.
Pero no olvidemos que un profesional integral es aquel que también muestra gran apropiación de habilidades blandas. Fomentar competencias como el liderazgo, la resolución de problemas o la gestión del cambio será muy útil en cualquier área de desarrollo.
7. Evaluación y retroalimentación
Como con cualquier proceso de aprendizaje, la evaluación y retroalimentación son aspectos fundamentales, pues permitirán corregir los procesos de forma oportuna para evitar retrasos y pérdida de recursos. Es ideal realizar evaluaciones regulares del desempeño y proporcionar retroalimentación constructiva para identificar fortalezas y falencias, e impulsar el crecimiento personal y los objetivos profesionales de los colaboradores de manera eficiente.
8. Contar con un aliado estratégico
Y por último, es de gran importancia acompañar estos procesos con un aliado estratégico experto en crear, desarrollar y gestionar procesos de formación en cualquier área del conocimiento y de forma personalizada.
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